miércoles, 24 de febrero de 2016

El es el hombre perfecto, pero...



El es el hombre perfecto, pero...

          ¿Cuántas veces no decimos haber encontrado a ese hombre perfecto y resulta una historia de dolor y sufrimiento? Si te encuentras leyendo estas palabras es porque quizás despertaste de una larga pesadilla y decidiste no volver a ella. 
          Cuándo iniciamos contacto con alguien, comienza a surgir la empatía, el gusto, el deseo, la atracción y quizás el amor. Digo quizás porque lo que creemos que es amor no siempre lo es. En ocasiones esa persona se hace costumbre, necesidad, pasión y se cree que es amor. 
          Es entonces cuando comienza el apego, esa manera de adueñarse de algo que debería fluir y ser libre. Con el apego se comienzan a generar las falsas esperanzas, queriendo ver en ese ser algo que no es pero queremos que sea, al punto de estar convencidas que si es eso que buscamos; pero comienza el doble discurso y la incoherencia, el es perfecto pero.... no me gusta que se ría así, el es perfecto pero me desagrada su olor, el es perfecto si no fuera porque se viste así, de esa manera infinidad de detalles que no van a favor de lo que sería el hombre perfecto. 
          Es momento entonces de preguntarse si esos detalles que te desagradan puedes tolerarlos sin querer cambiarlos y poder tener una sana convivencia disfrutando a plenitud de lo que si te nutre y te gusta. Si la respuesta es no, entonces ese definitivamente no es el hombre con quien en realidad quieres estar.
          ¿Para qué seguir atormentándote pensando:  si fuera así o de esta otra manera o tan siquiera  fuera distinto? Se trata de tomar una decisión:  si optas por pensar que: el cambiará, si dejara a la otra, si hiciera lo que le pido, entonces has escogido la vía del sufrimiento; no es él quien te hace sufrir, la elección fue tuya. 
          Te has preguntado, ¿Qué es en realidad lo que quieres? para responder a esta pregunta es necesario saber quien eres, no si te llamas Juana, María o Sofía, si eres médico, técnico o peluquera, si no tu ser, tu esencia ¿Qué quieres para ser feliz? No puedes pretender encontrar a una persona con quien disfrutar de la vida si no sabes quien eres y para qué quieres a esa persona, los gustos son tan variados como personas existimos, pero si tenemos algo común, todos tenemos un propósito y nos toca descubrir cual es.
         Pasamos por diferentes etapas y en cada una de esas etapas parecemos diferentes, vamos cambiando en busca de esa persona que realmente somos. Es por eso que nuestros puntos de referencia también cambian. Es así como una adolescente no espera lo mismo de una relación que una mujer de 30 o una de 50; sin embargo cuesta mucho desprenderse de ese modo de "amar" del adolescente para madurar y entender que el amor es muy diferente de como nos los inculcaron. Una mujer a sus 40 años pudo haber tenido muchas experiencias que la han marcado y hecho crecer, algunas mujeres a la misma edad con experiencias similares puede no haber madurado igual que la anterior. Así mismo podemos encontrar otras que aún siguen siendo virgenes o con muy poca vivencia en estas artes amatorias.
         Pregúntate: ¿Para que quiero una pareja? seguro las respuestas varían desde: me siento sola, quiero compañía, alguien que me ayude con determinado asunto, no me gusta estar sola, infinidad de opciones que no son válidas en realidad para querer estar con una persona. 
         La mejor razón y la que nos hará feliz al máximo es querer estar con alguien para compartir lo que somos, partiendo desde nuestra verdadera esencia hacia el otro. 

Alexa Princz
Bendiciones.- 

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